Acaso pocas áreas del campo de la evaluación psicológica sean más delicadas que el del psicodiagnóstico de niños. Por un lado, debido a la incompletud de la estructuración mental del niño, que vuelve tan “peligrosas” las rotulaciones diagnósticas con que muchas veces se los estigmatiza, al no tener en cuenta las variables evolutivas propias del sujeto en formación. Por otro lado, exige una gran responsabilidad por parte del psicólogo, que no solo transita en el campo ético sino que atañe a la propia formación profesional. Este libro constituye una contribución en este sentido, pues brinda criterios para el despliegue de un proceso psicodiagnóstico que posibilite una comprensión de la organización y el funcionamiento psíquico del niño, tanto en sus aspectos sanos como patológicos.
Las autoras analizan y discriminan los funcionamientos neuróticos (de tipo histérico, fóbico y obsesivo), las organizaciones psicóticas y las organizaciones límites en la infancia –zona que a menudo en la bibliografía es parcialmente considerada–, en particular los trastornos por déficit atencional, los psicosomáticos y los trastornos en niños afectados por violencia. En todos los cuadros psicopatológicos mencionados se describen los criterios de evaluación clínica que suelen presentarse en la entrevista inicial a los padres, en la hora de juego diagnóstica, en las técnicas proyectivas gráficas, verbales y verbales temáticas, así como en las psicométricas y se ilustran con las producciones originales de los niños. Este constante contrapunto entre conceptos teórico-clínicos y testimonios gráficos y verbales pretende contribuir en la difícil tarea de hacer apreciaciones diagnósticas precisas y diagnósticos diferenciales, factores decisivos para delinear estrategias e intervenciones terapeuticas satisfactorias.